Esta casita, con más de cien años de antigüedad, ha sido celosamente rehabilitada y conserva intacto el tradicional estilo arquitectónico de la época. La Casa Rural Carlota, orientada al naciente, cuidaba en su construcción la integración al paisaje y el aprovechamiento máximo de horas de sol. En su interior, una penetrante luminosidad nos avisa del amanecer inundando todas las estancias a través de sus numerosos ventanales. El amplio salón-cocina es la estancia principal. Forma un único ambiente conjugando el sabor tradicional de la cocina con su chimenea de campana, locero de madera y azulejos de estilo antiguo y el salón iluminado para crear ambientes íntimos, decorado con un selecto y armonioso mobiliario tradicional, restaurado artesanalmente. A la personalidad del pequeño baño contribuye el mármol travertino rústico y los tres dormitorios, exquisitamente decorados, transmiten la calidez de los techos y suelos de madera de todo el alojamiento. Llegamos allí por el vistoso camino de El Brezal, que conduce el sendero que une la playa de Los Cancajos (a tan sólo 8 minutos en coche) con el Refugio de El Pilar, a través del sendero homologado PR LP 18, una ruta inexplorada hoy por quienes habitan la Isla Bonita. Disfrutar de una apacible noche de estrellas, silencio y naturaleza o de un confortable nido de amor para quienes buscan retiro e inspiración, leer o escribir, se logra en Casa Carlota con total seguridad.

La central de reservas le informará del punto de encuentro al confirmar la reserva.