Parque Natural "Hoces del Duratón"
Haciendo una breve descripción del camino que sigue el río Duratón a su paso por nuestra provincia, cabría destacar su nacimiento en las cumbres de Somosierra, Peña Casla y Colgadizos. El tramo de Río que corresponde al parque es el que cruza los términos municipales de Sepúlveda, Sebúlcor, y Carrascal del Río, extendiéndose la superficie protegida en una franja de cuatrocientos metros a ambos lados del cauce.
El Duratón a la altura del Parque ofrece un paisaje de cortados, cárcavas, pliegues, meandros y paredes verticales llenas de oquedades, que sorprende al viajero que ha llegado a él por cualquiera de los caminos o carreteras de la meseta castellana, por el contraste entre las grandes llanuras con las descritas formaciones que el río va dejando a su paso.
En las Hoces podremos descubrir aves como el Buitre Leonado, Milanos, Águilas, Halcones...; todo tipo de plantas aromáticas, árboles como la Sabina, el Pino, el Chopo, el Nogal...; construcciones arquitectónicas singulares como: las ermitas de San Julián y San Frutos, y el Convento de la Hoz.
SEPÚLVEDA
La villa de Sepúlveda, situada en la cabecera del Parque, aunque fuera del mismo, se encuentra en lo alto de una península rocosa que ha sido labrada por el discurrir de las aguas de los ríos Caslilla y Duratón. Ambos ríos han excavado unos estrechos y profundos valles, dejando entre ambos una especie de espolón rocoso sobre el que los arevacos, pueblo prerromano que ocupaba esta Zona, tenía un castro o estructurafortificada en la que habitaban.
Posteriormente fue ocupado por los romanos, quienes probablemente fortificaron el lugar. Asimismo, y dentro del apartado de obras públicas, construyeron puentes y calzadas, de los que aún se conservan restos.
Del puente de Talcano, situado aguas abajo de la antigua fábrica de la luz, solo queda un arco, construido con sillares graníticos, actualmente muy erosionados, que ha sido completado con una pasarela. En una roca próxima, existe una inscripción bastante deteriorada, que rememora su construcción. El puente de Picazos, desde siempre tenido como romano, está situado a la bajada de la Puerta de Fuerza. Comunica con la calzada romana, que quizás enlazara con el núcleo urbano romano de Coca.
Los visigodos ocuparon posteriormente Sepúlveda y sus alrededores, construyendo posiblemente una muralla sobre la estructura anterior y que en algunas zonas tenía a las paredes verticales de las rocas como muralla natural. El poblamiento urbano visigodo debió tener cierta importancia a tenor del número de tumbas encontradas en la necrópolis del pueblo de Duratón, situado a pocos kilómetros del Parque Natural que rodea a este pueblo.
El nombre de la villa, aparece por vez primera en la crónica de Alonso III, bajo la denominación latina de Septempública. Su etímología no está aún suficientemente aclarada, aunque tradicionalmente se viene admitiendo que se debe a la existencia de siete puertas en sus murallas.
Tras los visigodos, los árabes ocuparon la zona, fortificando la villa. Hasta su definitiva expulsión, a principios del siglo XI, hubo una serie de ocupaciones y expulsiones, tanto de cristianos como de musulmanes, a causa del flujo y reflujo de la "zona defrontera" 0 "zona de nadie", en consonancia con los avatares de la Reconquista.
Alfonso VI fue quien definitivamente completó la fortificación y repoblación de la villa y alrededores, hecho que se fue consolidando a medida que la frontera cristiano-musulmana iba siendo desplazada cada vez más hacia el Sur y alejándose de Sepúlveda. Asimismo, dio continuidad a los fueros anteriormente otorgados por Sancho García.
Fue en esta época cuando se comenzaron a construir las iglesias románicas, llegando a contar a finales del siglo XIII con quince, aunque actualmente apenas si se conservan enteras o restos de la mitad. De todas ellas, es la iglesia de El Salvador la de mayor relevancia por el hecho de que es la que tiene una mayor perfección, tanto en su estructura como en su construcción. La importancia militar de la villa, debido a su situación estratégica, derivada de su proximidad a la Sierra y al paso de Somosierra, fue decayendo paulatinamente. A lo largo de los años, recuperó parte de esa importancia estratégica en la guerra de la Independencia y en la guerra civil.